Yo nací una mañana cualquiera,
allá por mi tierra, día de carnaval.
Pero ya yo venía con la estrella
de componer y cantarle a mi mal.
Y cuando quiero flaquear
siento que Dios no me deja.
Luego me pongo a cantar
¡Le doy alivio a mis penas!
He sufrido mucho en esta vida,
dirían que es mentira si yo no cantara.
Si la pena matara en seguida
Ya de este hombre nadie recordara.
Y es para mí una jornada
Alto, divino Señor...
Eso que nace en el alma:
¡Arte, respeto y amor!
Es del hombre que piensa una frase
que apenas le nace la lleva a un papel
el artista se pule y se hace
mientras que el poeta la lleva con él
Yo que a la hora de nacer
Dios me ha negado un sentido,
sintió tristeza y después,
vino y cambio mi destino.
Él sabía que si me abandonaba ,
ninguno cantara como canto yo.
He sabido librar la batalla...
¡No hay que negar la existencia de Dios!
Él la vista me negó
Para que yo no mirara.
Y en recompensa me dio,
los ojos bellos del alma.
(Leandro Díaz 1928 - 2013)
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